· quiero una slowhome: parte II ·

12 de abril de 2016

Una hogar slow es una pieza más de un estilo de vida más consciente, con el que recuperaras las riendas y disfrutaras de la vida a su tempo giustoUn hogar slow te ayudará a reconectar contigo misma y también a replantearte y priorizar cuales son tus verdaderas necesidades. 

La ubicación, los metros o el diseño son importantes pero hacer de tu casa una slowhome solo depende de ti. Olvídate de las apariencias y de la perfección y busca tu estilo. 

Si te perdiste la primera parte de quiero una slowhome, empieza por aquí. Hoy recorreremos una slowhome estancia por estancia. 

¿Vienes?


slow home slow deco


· ESPACIOS DIÁFANOS ·

Sin tabiques, son perfectos para que la energía fluya. ¿Quién pudiera tenerlos? Si tú tampoco los tienes, intenta que los espacios estén lo más abiertos posible, sin obstáculos, permitiendo cambiar con naturalidad de una actividad a otra. 

· RECIBIDOR · 

Ha de ofrecernos una cálida bienvenida e invitarnos a ponernos cómodos. Un lugar donde comenzar a contagiarte de la calma y de la pausa. Coloca aquí, una espacio para dejar la ropa de abrigo, las llaves y los zapatos. 

· VENTANAS ·

Han de ofrecer vistas agradables, a ser posible a la naturaleza (por pedir, que no sea!). Pero si no es así, puedes adornar las ventanas con flores o plantas colgantes. 

· DORMITORIO ·

Es el espacio slow por excelencia. Luminoso, con buena ventilación y sin estridencias. Apuesta por lo esencial, dispón tan solo de los elementos que sean imprescindibles. Este es un lugar en calma para descansar. Escoge ropa de cama en tejidos suaves y colores claros. Lino, algodón...

· BAÑO ·

La simplicidad en este espacio facilitará la limpieza y el orden. Apuesta sin duda, por el menos es más. 

· COCINA ·

El movimiento slow nació en 1986 en Italia ante una protesta por la apertura de un McDonalds en la Plaza de España de Roma. La filosofía de la lentitud comenzó por la slow food. ¿Le hacemos un hueco en la cocina? Escoge productos locales y de temporada, planta un minihuerto para tener tus propias plantas aromáticas y nunca pueden faltar unos altavoces para bailar en la cocina. Siempre que puedas cocina lento, con una copa de vino, buena música y disfruta de uno de los placeres más básicos que nos regala la filosofía slow.







Armonía, serenidad y comodidad.
 Eso es para mi una #slowhome 

¿Necesitas una tercera parte?
Cuéntame cómo estás construyendo tu templo

2 comentarios:

  1. Me encantan las imágenes que has elegido para ilustrar esta slow home que tanto apetece....
    y me chifal la idea de los altavoces en la cocina para bailar!
    Mil besos.

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    Respuestas
    1. Ya sabes Mónica, buena música, sube el volumen y regalate un buen ratito de slow food.

      Un beso.

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